15 de mayo de 2011

The Comedy of ¿Errors?

Cartel de 'The Comedy of Errors'

Ayer arrancó el Festival de Otoño (en primavera) de Madrid con una gran ausente: la compañía inglesa Cheek by Jowl, que durante los últimos años nos ha estado fascinando con sus montajes de Shakespeare y su descomunal manera de hacer teatro. Como compensación, pensé yo para mis adentros, viene la compañía, también inglesa, Propeller, con dos montajes, también de Shakespeare, en la maleta: The Comedy of Errors (La comedia de los errores) y Richard III (Ricardo III). Total, que ayer me presenté en los (me ahorro el adjetivo) Teatros del Canal, para intentar aliviarme el mono de ver a los de Donnellan.

Señoras, señores, ¡qué espectáculo! Tras un largo monólogo inicial a lo «Shakespeare sobretitulado», es decir, difícil de entender, que nos explica la clave de la obra, empieza el «desmadre», un continuo de gags o, mejor dicho, un gag continuo cargado de ingenio, locura y plasticidad. Dos horas y media (que se dice pronto) de una diversión que va creciendo y creciendo...

Y lo mejor es que el espectáculo estaba sustentado en lo mismo que se sostienen otros montajes llegados de las islas: la inmensa calidad de todos los actores que campaban por el escenario, todos; ellos eran la escena. Y no solo por la capacidad que tienen estos ingleses de dominar todas las disciplinas escénicas (recitan, bailan, cantan, manejan los luchacos...), sino por el increíble nivel de energía que son capaces de mantener sin (aparentemente) despeinarse y la solidez y naturalidad con la que ocupan su espacio escénico. Todo esto, en este montaje, a un ritmo endiablado recitando a Shakespeare (¿cómo no?) a la perfección.

Escena de 'The Comedy of Errors'

Me quité el mono de Cheek by Jowl, sí, pero con esta nueva dosis isleña mi adicción se está haciendo más fuerte, ¡y no voy a poder ver Ricardo III! En fin, estos ingleses juegan en otra liga.

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