He visto varios espectáculos de la compañía del Teatre Lliure dirigidos por Àlex Rigola y siempre me he encontrado con interpretaciones un poco estiradas y distantes, con tempos muy marcados y discontinuos, donde se puede atisbar a los actores en montajes fríos con demasiada tendencia a lo intelectual. Sin embargo, siempre he salido muy satisfecho de lo que he visto, ¿alguien me lo puede explicar?
Y Gata sobre tejado de zinc caliente no ha sido una excepción. A pesar de estar basada en un texto cálido de Tennessee Williams, todo eso está ahí y, sin embargo, la emoción que
te invade al abandonar la sala es terriblemente ardiente, ¿alguien me lo puede explicar?
De hecho, es lo mejor, con diferencia, que he visto este año del Centro Dramático Nacional.
Personalmente me ha sorprendido Joan Carreras en este montaje, sosteniéndolo, como un fantasma omnipresente, y encendiendo la mecha que te estalla por dentro. Y, como en los otros montajes, la escenografía me resultó muy sugerente.
Recomendación: si vais a verla, procurad sentaros del centro hacia la derecha de la sala, porque la interensante luz lateral que domina la escena, parece ser que complica la visión desde el lado izquierdo.
DATOS BÁSICOS
- Gata sobre tejado de zinc caliente, de Tennessee Williams (adaptación libre de Àlex Rigola)
- Dirigida por Àlex Rigola
- Interpretada por Chantal Aimée, Muntsa Alcañiz, Andreu Benito, Joan Carreras, Ester Cort, Santi Ricart y Raffel Plana (al piano)
- Producida por el Centro Dramático Nacional y el Teatre Liure
- Estará hasta el 27 de febrero en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid
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