Con un impresionante monólogo, así empieza Münchhausen, la primera producción «pequeña» del Centro Dramático Nacional de esta temporada. Sin darnos tiempo ni para calentar la butaca, una grandísima Carmen Conesa, fina, contenida y precisa como nunca la había visto, arranca la obra y, de paso, te quita la primera capa de piel.
Y, poco a poco, sin darte cuenta, envuelto por un ritmo lento de gran intensidad, se te van cayendo, una a una, el resto de las capas hasta que te sorprendes con todo el corazón descubierto. Indescriptible.
Salva Bolta, con un gran texto de Lucía Vilanova, ha conseguido crear un montaje de una emotividad difícil de encontrar sobre las tablas, sin clichés, sin artificios, «simplemente» aumentando lentamente la densidad atmosférica hasta hacerla prácticamente irrespirable. Para ello, ha compactado un gran equipo que rinde a las mil maravillas, con un trabajo especialmente meritorio del grupo de actores jóvenes perfectamente empastados con grandes veteranos del asunto.
Mención especial se merece el sorprendente David Castillo, famoso televisivo, que aquí está inconmensurable. Con toda la obra a sus espaldas, luce una sensibilidad, un sentido del ritmo y una naturalidad apabullantes.
Sin duda, lo mejor que he visto en el Centro Dramático Nacional en mucho tiempo.
- Münchhausen, de Lucía Vilanova
- Dirigida por Salva Bolta
- Interpretada por David Castillo, Carmen Conesa, Adolfo Fernández, Teresa Lozano, Macarena Sanz, Samuel Viyuela e Ileana Wilson
- Producida por el Centro Dramático Nacional
- Estará hasta el 23 de diciembre en la sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid
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